En un contexto donde el consumo excesivo y el desperdicio impactan gravemente al medio ambiente, Ángel Quino, CEO de Khatu, decidió transformar esta problemática en una oportunidad. Inspirado por sus raíces en la comunidad rural de Challapata, cerca del Lago Titicaca, donde el trueque es una práctica cotidiana, Ángel identificó un vacío en las opciones para reutilizar bienes en buen estado. Así nació Khatu, una plataforma que permite intercambiar bienes y servicios de manera sencilla, fomentando la economía circular y el consumo responsable.

Diariamente veía cómo se echaban a la basura bienes que estaban en buen estado: muebles, alimentos, ropa y electrónicos. Me preguntaba, ¿por qué no los venden o donan?”, comenta Quino. Aunque los marketplaces ya ofrecen soluciones para la venta de productos, él optó por rescatar una tradición de su comunidad: el trueque. La plataforma Khatu facilita el intercambio de bienes en exceso o desuso, ampliando esta práctica a un entorno urbano y digital.

Una de las funcionalidades más destacadas de Khatu es “rescates”, que se enfoca en reducir el desperdicio de alimentos. A través de la app, los usuarios pueden ofrecer productos que, aunque en perfecto estado, están cerca de su fecha de vencimiento o no pueden ser comercializados debido a cancelaciones de pedidos o exceso de producción. “Con esta función, no solo evitamos el desperdicio, sino que también ayudamos a recuperar parte de la inversión para productores y comerciantes, generando ahorro para los usuarios“, explica Quino.

Con más de 35 mil usuarios activos, Khatu enfrenta el reto de gestionar una comunidad diversa y fomentar un consumo responsable. La plataforma opera bajo estrictas normas de comunidad, con sistemas automatizados para detectar abusos y opciones para que los usuarios denuncien irregularidades. Además, promueven prácticas responsables a través de campañas en redes sociales y eventos como las Ferias de Trueque y Sostenibilidad. “Estos eventos permiten a las personas experimentar el trueque de primera mano y aprender sobre prácticas sostenibles junto a nuestros aliados estratégicos“, añade Ángel.

Aunque el impacto de Khatu es significativo, promover la economía circular en Bolivia y otros países sigue siendo un desafío, especialmente en términos de comunicación. “Lograr que las personas comprendan cómo la economía circular beneficia tanto a ellos como al medio ambiente es nuestra mayor barrera“, señala.

Los planes futuros de Khatu son ambiciosos. Para 2025, la meta es alcanzar los 100 mil usuarios activos, expandirse a Centroamérica y añadir cuatro nuevos países a su red. En su hoja de ruta destaca el lanzamiento de una nueva función llamada “Ayni”, basada en los principios de la economía colaborativa, que potenciará aún más la capacidad de la app para reducir emisiones de CO₂ y fomentar el intercambio. Con estas iniciativas, Khatu no solo consolida su presencia como líder en la economía circular, sino que también redefine la forma en que las personas interactúan con los bienes y servicios en un mundo cada vez más consciente del impacto ambiental.

Khatu es un ejemplo de cómo la innovación, la tecnología y la tradición pueden unirse para enfrentar desafíos globales. Bajo el liderazgo de Ángel Quino, esta plataforma sigue demostrando que el cambio hacia un modelo más sostenible es posible, un trueque a la vez.

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