En el Día Mundial del Voluntariado, resulta imposible no sentir admiración por aquellas historias que enaltecen la solidaridad y el espíritu de servicio. Una de esas historias es la de FUNDASOL, la Primera Compañía de Bomberos Voluntarios de Bolivia, creada en 1993 por la Cámara de Industria, Comercio, Servicio y Turismo de Santa Cruz (CAINCO). Lo que nació como una respuesta inmediata a un devastador incendio en el Parque Industrial Ramón Darío Gutiérrez se ha convertido, tres décadas después, en un pilar de protección para Santa Cruz de la Sierra, tanto en sus barrios como en su industria.
A lo largo de estos años, FUNDASOL ha demostrado que el voluntariado no solo es un acto desinteresado, sino una fuerza que transforma realidades. Con un equipo de 51 bomberos voluntarios y 26 aspirantes en formación en su Academia de Bomberos Voluntarios, esta institución no solo responde ante emergencias, sino que también capacita a nuevos héroes. Su labor va mucho más allá de apagar incendios: incluye rescates de personas y animales, atención a fugas de gas o amoniaco, y la constante capacitación preventiva.
Durante la gestión 2023, la fundación atendió 357 emergencias, destacándose incendios de interfase y estructurales que pusieron a prueba no solo la capacidad técnica del equipo, sino también su inquebrantable compromiso. Posteriormente, para el 2024 el trabajo realizado por los bomberos para mitigar los incendios en la Chiquitanía fue crucial.
Sin embargo, la grandeza de FUNDASOL radica no solo en el coraje de sus bomberos, sino en su capacidad para unir a la comunidad empresarial en torno a un propósito común. A través del Comité de Ayuda Mutua del Parque Industrial (CAMPI), han tejido una alianza estratégica con 16 empresas destacadas, como Alicorp, Avícola Sofía y Cimal, con el objetivo de prevenir riesgos y fomentar la capacitación en normas de seguridad contra incendios. Este proyecto no solo refuerza la protección de las empresas, sino que también impulsa una cultura de cooperación y responsabilidad colectiva, demostrando que la prevención y la seguridad son metas alcanzables cuando se trabaja en equipo.
Todo el trabajo de la fundación es posible gracias a donaciones, convenios y actividades de recaudación que permiten mantener equipos, capacitar voluntarios y garantizar la atención gratuita a emergencias.
FUNDASOL es más que una estación de bomberos, más que sus 4 carros especializados, sus vehículos de rescate o su ambulancia. Es una institución que simboliza lo mejor de la humanidad: la capacidad de unirse para servir a los demás.
Su historia nos recuerda que proteger vidas implica mucho más que sofocar llamas. Es encender la esperanza en momentos de incertidumbre, ser el apoyo en situaciones de peligro y demostrar que el verdadero heroísmo reside en las manos de quienes dan todo por los demás sin esperar nada a cambio.