El contrabando es costoso. A nivel global estudios cuantifican el contrabando entorno los $us2.300 millones, cifra que representa aproximadamente 8% del PIB. Varios estudios cuantifican el contrabando entre un 5% y 10% del PIB. Considerando diez categorías de productos[1] el Centro Boliviano de Economía (CEBEC) estimó un valor cercano a los $us1.000 millones de contrabando, equivalentes a 2% del PIB aproximadamente.
El contrabando afecta de manera directa a diversos sectores. El contrabando genera precios difíciles de igualar e impacta las ventas de las empresas en distintos sectores. El diferencial de precio entre los bienes producidos por la industria nacional o importados formalmente versus aquellos importados por la vía del contrabando es actualmente significativo. Por ejemplo, para el caso del azúcar, la harina de trigo y fideos, los productos importados por la vía del contrabando se venden aproximadamente 25% más baratos. La industria láctea enfrenta una competencia desleal cercana al 40%. En el ámbito del comercio de artículos de cuidado del bebé, higiene o limpieza del hogar, el diferencial de precio llega hasta un 87%. Por principio económico el consumidor casi siempre compra el bien más barato. En consecuencia, el consumo de bienes importados por la vía ilegal desplaza la producción de la industria nacional y las ventas de la industria y las empresas formales. Esta competencia desigual impactó de manera importante las ventas del primer trimestre de las empresas formales. Empresas asociadas reportan una caída en las ventas, que dependiendo los sectores va desde 30% a 40% en caso de la molinería; 40% en promedio para el caso de lácteos y entorno al 12% para productores y/o importadores de otros alimentos en este período.
Cuadro 1: Diferencias de precio entre productos ofrecidos por empresas formalmente establecidas y productos similares o sustitutos cercanos de contrabando
1/ Diferencia en precio del producto nacional (o importado formal) con respecto al producto sustituto (o mismo producto) importado por la vía ilegal.
El contrabando es un problema de la economía en su conjunto. El tejido industrial demanda insumos de otras industrias/rubros (encadenamiento hacia atrás) e incide en la logística y comercio de sus productos (encadenamientos hacia adelante). La caída en las ventas de los rubros afectados por el contrabando de manera directa induce una reducción en la demanda de insumos y el efecto del contrabando en ciertos sectores, se transmite a otros sectores económicos. A manera de ejemplo, la producción de achocolatados que nos acompañan a la hora del desayuno o del té demanda no sólo el cacao o la caña de azúcar que provienen de la actividad agrícola, sino también otros insumos como envases, envolturas de plástico y cajas de cartón para el envase; energía que alimenta líneas de producción y otros procesos industriales. Asimismo, demanda otros insumos para la producción como metalmecánica, servicios de mantenimiento, lubricantes, partes industriales y ropa de trabajo; insumos para la administración del negocio como papelería, mueblería, alimentación, comunicaciones y toda una logística que va desde el envasado, la distribución y el transporte (que a su vez, demanda gasolina o diésel como fuente de energía). Finalmente, estas actividades requieren financiamiento que generalmente se canaliza por medio del sistema bancario. El efecto del contrabando de alimentos y bebidas estimado se muestra en el cuadro a continuación.
Cuadro 2: Impacto del contrabando de alimentos y bebidas en otras industrias/rubros y en el empleo
(Millones de dólares y miles de personas)
FUENTE: Centro Boliviano de Economía (CEBEC) con información del Instituto Nacional de Estadística.
El contrabando posterga la creación del empleo. Una de las decisiones más importantes en el ámbito empresarial se refiere a la creación de nuevos puestos de trabajo. En el escenario de ajuste a la baja en las previsiones de venta descrito en los sectores afectados directamente por el contrabando y en los sectores relacionados, se esperaría dicho ajuste vaya acompañado de una menor demanda de trabajo. El cuadro anterior estima un impacto en el empleo de aproximadamente 125.000 puestos de trabajo originados en una estimación de $us400 millones en alimentos y $us150 millones en bebidas alcohólicas y no alcohólicas.
En esta línea, el contrabando se constituye en un freno a la reactivación. La postergación en creación de empleo es una consecuencia natural y racionales en un escenario de caía en las ventas. Toda vez que la realización de ventas estaría por debajo de las previsiones inicialmente establecidas, la reacción natural y racional es la de mantener el equilibrio entre los ingresos y los gastos. En esa línea, se prevé que la creación de empleo y las inversiones se posterguen.
[1] Alimentos: carne, arroz, harina de trigo, fideo, azúcar, aceite, bebidas no alcohólicas y alcohólicas; productos seleccionados de la línea negra: televisores de plasma y celulares.