Sin conexión el mundo no gira. La globalización y la digitalización han calado tan hondo que no hay nada que hoy no esté conectado y en permanente cambio. A tal punto que no es exagerado decir que ya se están buscando soluciones a problemas que quizá aún no se han generado. ¿Qué debemos hacer para vivir en concordancia con este mundo digital?
Hace un par de décadas nadie hubiera imaginado que la industria de los videojuegos pudiera conseguir el apogeo del que goza hoy, que cuenta ya con torneos millonarios en todo el globo y una generación de ‘gamers’ aficionados y profesionales que se sumergen por horas y horas en infinidad de mundos y comunidades virtuales. El avance es tal que esta generación de jugadores está desarrollando no solo una serie de habilidades extraordinarias sino también dolencias o enfermedades que antes no existían. Es así como los avances de las tecnologías están cambiando el mundo, pues hasta nuestros historiales médicos se ven impactados y la medicina tiene que evolucionar para atender estas nuevas afecciones.
Esto ocurre, y va a seguir ocurriendo, en todos los sectores y a todos los niveles. Es por eso que debemos cambiar el chip y prepararnos para hacer frente a todos esos cambios que están a la orden del día, y más en el campo profesional.
Sobre este tema estuvimos conversando con Luz Martínez Musoles, experta internacional EA, especialista en comercio exterior en el Departamento Internacional de la Cámara de Valencia (España), quien nos visitó en CAINCO para compartir sus más de 15 años de experiencia como desarrolladora de programas que promueven la internacionalización de empresas, pero sobre todo para compartir sus conocimientos en una de las plataformas que más está aportando en el ámbito profesional, como es LinkedIn.
“No nos queda más remedio que adaptarnos a cualquier cambio que venga, porque la tecnología está aquí y ha venido para quedarse, y cada vez con más fuerza, porque cada día se inventan aplicaciones nuevas que se integran en el día a día. Entonces los profesionales tenemos que adaptarnos a eso”, señala con respecto a la ola de innovaciones que nos rodean.
“Y aunque las nuevas generaciones son nativos digitales, a ellos también les va a pasar como a nosotros, porque habrá herramientas que hoy todavía no existen para problemas que ni siquiera se han generado y trabajos que aún no se han inventado”, sostiene, como una advertencia para los más jóvenes.
Es por ello que más allá de hablar de millennials y generación Y o Z, Luz Martínez nos habla de los Knowmads, nómadas del conocimiento o generación C, aquella que no se rige por fechas de nacimiento ni segmentación etárea, sino más bien por una actitud y una forma de trabajar, sin miedo al fracaso ni al desplazamiento geográfico, y muy comprometida con sumar y compartir conocimientos. Se podría decir que se trata de una nueva cultura que ya se va configurando entorno al mundo digital, hiperconectado, a la que todos debemos subirnos más temprano que tarde.
En ese contexto es que las redes sociales adquieren gran relevancia, porque son estas plataformas por las cuales el mundo se mantiene en conexión y girando. Saber utilizarlas adecuadamente es indispensable, para así sacar el mayor provecho en este afán por no quedar fuera de ritmo.
En ese sentido, uno de los aspectos claves que se debe tener siempre presente es que las redes sociales se convierten en una vitrina exponencial de nuestra imagen y reputación, tanto personal como profesional, y por lo tanto cuidar cada detalle de todo lo que se comparte a través de ellas es indispensable.
LinkedIn es la plataforma profesional por excelencia y permite entrar en contacto con una comunidad de 645 millones de usuario. Nada mal si consideramos que jamás había sido tan fácil, como lo es hoy, entrar en contacto con una persona que está físicamente al otro lado del globo.
“Linkedin es una plataforma interesante a la hora de hacer ese networking y poder llegar mucho más lejos de lo que llegamos actualmente. Es contar con una tarjeta de presentación en un nivel avanzado, porque en tu perfil van a poder ver tu rostro, tu experiencia, tus conexiones… es un abanico mucho más potente, pero que necesitas que esté bien contrastado: cuanto mejor esté hecho tu perfil menos explicaciones tendrás que dar sobre quién eres y qué haces”, señala Luz.
Y muchos pueden pensar que LinkedIn sigue siendo la plataforma para buscar trabajo cuando se está desempleado, pero la verdad es que esa fue una función inicial que hoy por hoy ha evolucionado. Actualmente es tan importante y beneficioso para un profesional, como para la empresa donde éste trabaja, que ambos gestionen sus perfiles adecuadamente.
“Es importante que una empresa tome las riendas de la creación de su perfil”, dice Luz. “Porque lo que hace grande a una empresa es su equipo humano, y ese equipo humano necesita sentirse respaldado por su empresa. Si queremos que ambos crezcan, la empresa debe tener una entidad y respaldar a sus trabajadores; porque si los trabajadores están orgullosos de pertenecer a esa empresa, seguro van a ser sus mejores embajadores de marca: alguien que habla bien de su empresa, que habla bien de su producto, va a vender mucho mejor. Entonces, para que un trabajador gane en veracidad y en credibilidad cuando dice que representa a una empresa, esa empresa debe tener un perfil con el que diga: ésta es nuestra marca, estos somos nosotros y esto es lo que hacemos. No deja de ser un trabajo más que se hace en equipo”.
En ese sentido, por un lado está el perfil del profesional, donde se expone quién es, qué aporta, por qué debería ser un contacto interesante, todo refrendado por una trayectoria laboral, de educación, de conexiones, que se complementa con toda esa información que comparte como experiencia con la comunidad. “A través de tu perfil puedes compartir experiencias con profesionales de todo el mundo y en todos los niveles, si llamas a su puerta tienes muchas posibilidades de que te contesten, cuando de otra manera no estarías llegando a ellos”, sostiene Luz.
Ahora bien, LinkedIn, como escaparate y plataforma de networking empresarial, además es ideal para que cualquier interesado en ponerse en contacto con una empresa (sea para comprar algún producto, solicitar un servicio o buscar iniciar una alianza estratégica), pueda hacerlo de forma directa con la persona correcta, con quien dentro de la empresa ocupa el cargo que nos dará respuesta a lo que estamos buscando. “LinkedIn me da ese camino para poder llegar a la puerta de la persona con la que tengo que hablar, sin que yo tenga que estar dando veinte vueltas. Entonces, el hecho de que las personas que forman parte de la planilla tengan sus perfiles en LinkedIn bien creados y vinculados a la empresa, es lo que va a hacer que yo pueda entrar en contacto de forma directa”, explica la experta.
Esta es una forma de humanizar una marca, tan importante también en estos tiempos en los que la tecnología lo ha transformado todo. No debemos olvidar que, a pesar de ella, hoy sigue siendo muy importante el contacto humano. “Con la transformación digital como que todo está en el aire, pero seguimos teniendo esa necesidad humana de poder tocar a otra persona, de poder hablar, compartir y revelarle nuestras inquietudes de forma directa. Para muchas cosas la tecnología está muy bien, pero cuando surge un problema tenemos la necesidad de contárselo a alguien, y que ese alguien nos escuche, nos comprenda y nos pueda dar una solución”, nos explica Martínez, y lo dice dirigiéndose especialmente a las empresas, porque contrario a lo que se pueda pensar, hoy más que nunca es importante darle una voz y un rostro a todo ese andamiaje tecnológico con el que se llega al usuario o cliente.
“A lo mejor inicialmente un chatbot es un servicio adecuado de atención primario en una página web, para una pregunta típica que precisas tenga una respuesta rápida, y te da igual que sea un humano o una máquina quien conteste, pero llega un momento, cuando empiezas a hacer preguntas más complejas, que necesitas que haya alguien por detrás, alguien que te atienda para contarle tu experiencia. Entonces es importante que entre un humano y tome las riendas de ese chatbot para contestarte o incluso llamarte por teléfono”.
Y qué mejor forma de humanizar una marca, de darle voz y rostro a una marca, sino es a través del perfil profesional de nuestros trabajadores, gestionados por ellos mismos, donde comparten sus conocimientos, su experiencia y hasta sus inquietudes.
Es así que en un mundo globalizado y digitalizado, donde no hay nada que no esté conectado y cambiando, el único camino que nos queda es vivirlo tal cual, adaptándonos sin perder el ritmo y sin tenerle miedo.