La contaminación en los cuerpos de agua es un problema que, aunque muchas veces ignorado, amenaza silenciosamente el equilibrio de los ecosistemas. Frente a este desafío, Nova Robotics llega como una respuesta innovadora y audaz. Liderada por Roger León, esta startup combina creatividad y tecnología de punta para transformar residuos flotantes en una oportunidad para limpiar y regenerar los espejos de agua del país.
La chispa detrás de Nova Robotics surgió de una coincidencia inesperada, como suelen hacerlo las grandes ideas. Mientras profundizaban en los conceptos de inteligencia artificial, como visión artificial y redes neuronales convolucionales (R-CNN), Roger y su equipo no solo estudiaban tecnología, sino que también buscaban formas de aplicarla de manera tangible. La conexión entre la contaminación de los cuerpos de agua y la posibilidad de solucionarla mediante robots no tardó en revelarse con claridad. Y así, comenzó la travesía.
El primer prototipo no es un simple robot; es un sistema que combina hardware y software en una coreografía compleja pero armoniosa. Equipado con visión por computador, este robot acuático no solo detecta basura en la superficie del agua, sino que también colabora con otros robots para maximizar la eficiencia en su recolección. Estos agentes inteligentes, trabajan juntos, incansablemente, con un solo propósito: devolver la pureza a las aguas bolivianas.
Además, el equipo ha dedicado largas horas a recopilar y procesar datos locales para entrenar sus modelos de inteligencia artificial, garantizando que su solución sea lo más precisa y efectiva posible.
Aunque los desafíos han sido muchos, el compromiso de la startup con el medioambiente y su visión de un futuro más limpio no han flaqueado. Cada prototipo, cada prueba y cada ajuste refuerzan su propósito de generar un impacto visible y significativo. Su trabajo ya ha inspirado conversaciones en universidades e institutos de investigación, demostrando que este no es un esfuerzo aislado, sino un llamado a la acción colectiva.
El sueño de Nova Robotics no se detiene en la limpieza; apunta a despertar conciencia y a inspirar a otros a sumarse al desafío de cuidar el planeta. Porque, como ellos mismos afirman, resolver las causas profundas de la contaminación requiere tanto innovación como la voluntad de imaginar un futuro diferente. En sus manos, y en las de sus robots, el agua comienza a recuperar su voz.