Con más de 18 años liderando la gestión de residuos industriales en Bolivia, CEDARE se ha convertido en un pionero indiscutible en el sector. Su recorrido es una historia de desafíos, innovación y un enfoque claro en la sostenibilidad. Desde su fundación, la empresa ha superado barreras y establecido nuevos estándares, obteniendo reconocimiento por su valioso aporte al medio ambiente y la economía circular. Hoy, la organización es galardonada por su destacado trabajo, pero detrás de este éxito hay una travesía marcada por decisiones clave y un firme propósito.

DESAFÍOS INICIALES: LA BÚSQUEDA DE SOLUCIONES INNOVADORAS

Cuando CEDARE comenzó su operación, el panorama del reciclaje en Bolivia era muy diferente al actual. “Al principio, enfrentamos el gran reto de lidiar con el exceso de cartón en la ciudad de Santa Cruz, en un contexto donde el reciclaje no estaba desarrollado“, recuerdan desde la empresa. En colaboración con Emacruz, buscaron una solución creativa para un problema creciente. En ese momento, la falta de plantas de reciclaje y una normativa insuficiente los obligó a exportar el cartón, una medida que les permitió abrirse camino en el naciente mercado de la gestión de residuos.

Con el paso de los años, CEDARE fue evolucionando, transformando su modelo de negocio hacia un sistema integral de manejo de residuos. “Hoy gestionamos más de 30 tipos de residuos, aplicando procesos que reincorporan estos materiales en la economía como materias primas“, explican. Este enfoque holístico ha convertido a la empresa en un actor clave de la economía circular del país, colaborando con más de 50 empresas y una red de recolectores locales que han sido parte fundamental del éxito.

DE 20 A 400 TONELADAS: EL CRECIMIENTO DEL IMPACTO SOSTENIBLE

 CEDARE inició gestionando 20 toneladas de residuos al mes, hoy su impacto ha crecido exponencialmente. Actualmente, la empresa maneja alrededor de 400 toneladas mensuales, un volumen que refleja no solo su expansión, sino también su contribución directa a la sostenibilidad del país. “Nuestro compromiso es claro: cada tonelada procesada es un paso hacia la reducción del impacto ambiental y la promoción de un futuro más limpio“, destacan sus directivos.

A lo largo de su historia, la empresa ha desarrollado una sólida identidad y una marca reconocida a nivel nacional. A través de campañas de concientización sobre la gestión de residuos, han alcanzado a más de 480.000 personas, educando a la población sobre la importancia del reciclaje y la correcta disposición de los desechos.

REDUCIENDO LA HUELLA DE CARBONO: UN COMPROMISO MEDIBLE

Consecuentemente, podemos afirmar que el impacto de la empresa no se mide solo en toneladas de residuos reciclados, sino en la significativa contribución a la reducción de la huella de carbono en Bolivia. “Nuestro trabajo está orientado a evitar que grandes cantidades de residuos lleguen a los rellenos sanitarios”, explican. Este enfoque ha generado una reducción considerable en las emisiones de gases de efecto invernadero, alineándose con los objetivos globales de sostenibilidad.

CEDARE también se ha unido a proyectos liderados por organizaciones como Fundare y Swisscontact, participando activamente en iniciativas que buscan concientizar y educar a la comunidad sobre la importancia del reciclaje. “La educación ambiental es una prioridad. Cada campaña, cada esfuerzo, contribuye a un cambio cultural necesario para avanzar hacia una gestión responsable de los residuos“, afirman.

ALIANZAS QUE TRANSFORMAN: EL ROL DE LOS RECOLECTORES LOCALES 

Uno de los pilares del éxito de CEDARE ha sido su capacidad para forjar alianzas estratégicas con recolectores y acopiadores locales. “Desde el principio entendimos que los recolectores son un eslabón clave en la cadena del reciclaje“, explican. Estas relaciones han permitido optimizar el sistema de gestión de residuos, logrando una mayor eficiencia y asegurando que los materiales reciclables lleguen a donde se necesitan.

Trabajando con recolectores en Santa Cruz de la Sierra, Montero y Warnes, la empresa no solo ha fortalecido el sistema de acopio, sino que ha creado un modelo de colaboración que beneficia a todas las partes involucradas. “Ofrecemos el mejor precio y facilitamos la recolección directa desde sus centros de acopio. Este apoyo mutuo es esencial para que el reciclaje siga creciendo en Bolivia“, subrayan.

FUTURO VERDE: NUEVOS PROYECTOS Y METAS AMBICIOSAS 

CEDARE no se conforma con lo logrado. Con la mirada puesta en el futuro, la empresa planea expandirse a otras ciudades y poner en marcha una nueva planta que permitirá avanzar en procesos más innovadores y sostenibles. “Queremos seguir fortaleciendo la economía circular y reducir aún más las emisiones de gases de efecto invernadero“, señalan.

Con un enfoque claro en la innovación y la expansión, la empresa sigue edificando un futuro en el que el reciclaje y la economía circular son la norma, no la excepción.

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