Por Juan B. Madero, gerente de proyectos senior en Miebach Consulting
La Logística es uno de los “grandes ganadores”, luego de todo lo que hemos atravesado como sociedad durante estos años de Pandemia. Hoy las personas valoran, más que nunca, el valor de la Logística, porque ha demostrado la enorme importancia que tiene en la Cadena de Valor de cualquier negocio. Pero este proceso de “re-valorización” se inició hace ya muchos años, acelerado de una forma imprevista por el efecto de la Pandemia.
Fiel a su estilo, la Logística se vio obligada a adaptarse rápidamente a los cambios, solo que esta vez no hubo planificación (bueno, no siempre hay), y peor aún, no hubo alternativa: adaptarse o adaptarse. Hubo empresas que estaban mejor preparadas que otras, pero todas lograron, a su manera, adaptarse al contexto. Pero ahora nos toca dejar de mirar hacia atrás, de excusarnos en “la Pandemia”, y empezar a mirar hacia adelante, para entender cuáles son los desafíos a partir de los cambios que llegaron para quedarse, y alcanzarlos de una forma eficiente.
Desde nuestra mirada y experiencia global y multidisciplinaria, hemos identificado algunos aspectos que entendemos van a ser los principales desafíos para todas las Logísticas, o Cadenas de Abastecimiento, en el corto, mediano y largo plazo.
- Servicio. Hoy el cliente valora el servicio, lo que significa que está dispuesto a pagar por aquello que cumpla con sus expectativas, que son cada vez más complejas. Y la clave está en alinear la expectativa del servicio, por parte del cliente, con la oferta del servicio, por parte de la empresa.
- Distribución. Los servicios orientados a la distribución final han ganado mucho lugar en el mercado. Las empresas, a partir de la pandemia, han potenciado sus modelos D2C. Las propuestas de servicio incluyen los tiempos de entrega (same day delivery, por ejemplo), así como la oferta de modalidades de entrega (home delivery, click and collect, pick up point, etc). El verdadero valor de la Distribución está en la Precisión de entrega, más que en la velocidad.
- Operativa. Detrás de los servicios que ofrecemos, siempre está el esfuerzo operativo. Este esfuerzo debe cumplir con dos objetivos, que por lo general son contrapuestos: Flexibilidad y Eficiencia. El mercado nos demanda flexibilidad, nos exige velocidad y calidad… pero luego la empresa nos pide eficiencia. Ser flexibles y eficientes es realmente muy difícil. Por lo tanto, el desafío para las operaciones logísticas estará en su Agilidad, en encontrar ese punto de equilibrio entre Eficiencia-Flexibilidad para cumplir con los servicios, sin descuidar los costos. ¿Cómo hacerlo? Hay una palabra clave: Tecnología.
- Planificación. Independientemente a los cambios y nuevas exigencias del mercado, las Cadenas de Abastecimiento se han resentido durante estos años. Hubo un “freno” en la economía mundial que afectó el abastecimiento de los proveedores; y cuando luego se reactivó, la sobredemanda de transporte internacional impactó en los costos y los tiempos. A partir de esto, se consolidaron dos tendencias:
- Niveles de inventario. Las empresas tendieron a subir sus stocks para mitigar riesgos, con su correspondiente impacto financiero y en la capacidad estática de sus Centros de Distribución.
- Desarrollo de proveedores. A diferencia de lo que venía ocurriendo, empiezan a buscarse oportunidades para lograr “cadenas más cortas”, desarrollando proveedores locales/regionales que permitan mejorar los tiempos de entrega y colaborar en la agilidad del abastecimiento.
La Planificación ha cobrado un rol clave en todas las compañías. La metodología S&OP se está consolidando fuertemente, y es uno de los principales desafíos para lo que se viene. Cómo implementarlo, con qué herramientas. Pero lo seguro es que en esta “nueva normalidad”, los modelos tradicionales de forecasting y planificación son insuficientes, y es necesario dar un salto de calidad en nuestros procesos integrales. La clave está en la comunicación, y la colaboración e integración real interna de las áreas.
- Digitalización. Hace muchos años que se habla de la “Cuarta Revolución Industrial”, IoT, Industria 4.0, y muchos otros términos que llaman a lo mismo. Hoy la Digitalización es una realidad de las Cadenas de Abastecimiento, en todos sus eslabones. Desde las herramientas de forecasting y planificación, los sistemas de gestión (WMS, TMS, OMS), y las aplicaciones propias de cada empresa. Hoy la Trazabilidad es prácticamente un derecho de los clientes, todos exigen saber dónde está su pedido, exigen visibilidad y precisión sobre la entrega. Y para todo esto, es necesaria la calidad de la información, y su disponibilidad en tiempo real.
Adicionalmente, se están consolidando los modelos “sharing”. Las plataformas colaborativas para los servicios de distribución, por ejemplo, se han multiplicado en la región y son cada vez más usadas.
Es la Digitalización uno de los desafíos principales, ya que requiere de cambios profundos en las organizaciones para alcanzarse de una manera efectiva. Requiere de infraestructura, de procesos, y de metodología. Y existen distintos niveles de acción: colectar los datos, transformarlos en información, análisis de lo que pasó, análisis predictivos de lo que vendrá. Y sobre esto, la mejora continua.
- Sostenibilidad. Por último, el triple impacto de la actividad de la empresa sobre el entorno (social, medioambiental, económico). Si bien en nuestra región este tema queda muchas veces relegado por otros problemas de contexto que sufrimos diariamente, no deja de ser el principal Desafío a mediano plazo. En el Primer mundo, ya es una realidad: existen compromisos concretos al respecto, las restricciones urbanas y medioambientales ya están vigentes, y todas las Cadenas de Abastecimiento se están rediseñando en función a la Sostenibilidad. Debemos tomar conciencia de que, en el futuro cercano de nuestras operaciones, la Sostenibilidad será una obligación.
Un ejemplo concreto, tiene que ver con la medición de las Huellas de Carbono. Las empresas se comprometen a estrategias medioambientales para generar impacto en sus huellas. Por lo general, desarrollándose de la siguiente manera:
Medir la huella de carbono actual → Generar acciones de eficiencia y reducción interna à Ejecutar acciones Colaborativas → Compensación final del efecto residual.
La logística es un cambio constante, es la máxima expresión de agilidad y transformación constante en entornos tan cambiantes. Y no podemos perder de vista que detrás de todo esto que mencionamos, hay personas, hay colaboradores que son quienes diseñan, implementan y ejecutan todos estos procesos de transformación que hemos mencionado. Por lo tanto, tenemos que mirar hacia estos desafíos con una estrategia muy sólida de Gestión del Cambio (Change Management), para asegurarnos que la implementación de estos cambios sea efectiva, sea real, y permita a las compañías acompañar la transformación que el mercado está exigiendo.